En la lengua o en el ambiente académico, también hubo injusticias, discriminación hacia las mujeres. Hoy volvemos atrás y nos parece increíble pero, en 1966, cuando María Moliner publicó su diccionario, no era lo mismo ser hombre que mujer. A ella se le ocurrió el desafío de crear un diccionario en el país que había creado el de la Real Academia. Y lo cumplió. Escribió a mano el diccionario más extenso y exhaustivo de la lengua española y, sin embargo, no reunió los méritos suficientes para pertenecer a la Real Academia Española (Rae). Si lo hubiera escrito un hombre, lo habrían incorporado sin pensarlo.
El Diccionario de uso del español le llevó a María Moliner quince años escribirlo. Tiene dos tomos y más de tres mil páginas. Hoy, va por su cuarta edición y viene con un CD. La edición original fue publicada por la Editorial Gredos en 1966 y la tapa la diseñó su hijo Fernando: una sobrecubierta negra con el título en una franja blanca horizontal.
Al final del libro, podemos encontrar apéndices que contienen material interesante, como un índice de nombres científicos, una lista de abreviaturas y textos con definiciones y conceptos teóricos de gran valor. Lo más elogiable son los ejemplos ilustrativos y claros. También se destacan los sinónimos, porque es muy difícil encontrar un buen diccionario de sinónimos y, más difícil aún, una buena página de sinónimos en la web.
¿Quién era María Moliner?
María Moliner era bibliotecaria y archivera. Ocupó importantes puestos en el terreno de la organización de las bibliotecas populares. Ella declaraba: “Mi único mérito es mi diccionario”, como si fuera poco…
Lo hizo sola y lo publicó cuando estaba cerca de jubilarse. Murió en 1981. Desde 1973, padecía una arterioesclerosis cerebral, que la llevó a perder la memoria, y el lenguaje.
Desde esos tiempos, su hijo Fernando lucha sin éxito contra la Editorial Gredos porque dice que, en las ediciones posteriores a la primera, han agregado cambios que no respetan el original.
La biografía de ella no aparece en ninguno de los tomos ni en los paratextos.
Sobre el diccionario
El Diccionario de uso del español es uno de los mejores y más completos diccionarios en este idioma y es un libro imprescindible en la biblioteca de los redactores, correctores, licenciados en letras, etc. Para escribir, siempre se recomienda tener a mano un diccionario. Por otro lado, el Diccionario de la Real Academia Española (Drae), en su versión en línea, es de gran utilidad porque hasta nos conjuga los verbos. Y el Diccionario panhispánico de dudas es más preciso y, en general, lo consultamos cuando no encontramos la respuesta en el Drae. También, el Diccionario de las preposiciones españolas de Alicia María Zorrilla (otra mujer) es asombroso porque, a veces, una frase suena bien, pero no es correcta.
Otro diccionario curioso es el de Gustave Flaubert, el Diccionario de los lugares comunes. Aunque puede resultar demasiado subjetivo, es divertido. Adolfo Bioy Casares quiso copiarlo al publicar el Diccionario del argentino exquisito. En nuestro país, el lingüista Luis Pedro Barcia también es un apasionado de las palabras. Ha escrito varias obras como Los diccionarios del español de la Argentina y el Diccionario fraseológico del habla argentina.
Al hablar de diccionarios no puedo dejar de recomendarles a mi preferido y el único que me traje a Barcelona cuando emigré: el Diccionario de preposiciones españolas de Alicia Zorrilla.